¡Hola zusammen!
Como primera entrada de este blog, me gustaría hablar de un tema muy controvertido, que forma parte, lo queramos o no, de nuestra vida diaria: la tecnología. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, esta forma parte de nuestras acciones cotidianas de manera más o menos marcada: hay quien utiliza el smartphone para todo y quien decide reducir al mínimo el uso de las nuevas tecnologías, quien no puede prescindir de ellas y quien las rechaza rotundamente.
Sea cual sea nuestra orientación tecnológica, creo que no se puede ignorar la presencia de la tecnología en nuestra profesión educativa. Si bien es cierto que el papel nunca podrá ser suplido del todo (¡o al menos, espero!), también hay que reconocer que Internet y todos sus derivados pueden salvar nuestras clases.
Esto pasó en mis primeras experiencias como profesora de español. Antes de dar mi primera clase de español, ahora hará unos meses, lo primero que hice fue consultar al señor Google. Empecé a buscar actividades, consejos, materiales, todo lo que pude, acabando con una sensación de caos e inseguridad mayor que la que tenía antes de consultar la web. Sin embargo, poco a poco fui descubriendo fuentes muy valiosas, materiales interesantes que he podido adaptar a mis necesidades, y he aprendido una primera lección: en Internet hay que saber buscar y filtrar. Y también una segunda: la organización es fundamental. En efecto, como pasaría en el equivalente en papel, si acumuláramos en nuestro escritorio una cantidad exorbitante de papeles y recortes y libros, acabaríamos asfixiados por nuestro propio material. Pero si lo ordenamos de manera intuitiva y útil para el uso, nos hará la vida más sencilla.
En la asignatura más tecnológica del máster más tecnológico que he hecho hasta el momento (siempre he sido algo reacia a la enseñanza online), he conocido, por ejemplo, una herramienta que podría ser muy valiosa en mi futuro profesional: el escritorio virtual.
En resumen, creo la tecnología en el mundo de la enseñanza es un recurso muy valioso que deberíamos aprovechar: en primer lugar, porque ofrece la posibilidad de acceder al trabajo de otros colegas de todo el mundo, facilitando la cooperación y la comunicación. En segundo lugar, puede ayudar a organizar y dinamizar nuestras clases, siendo un complemento muy útil al papel tradicional.
Un saludo a todos,
¡Hasta pronto!

Hola, Lucia:
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, tenemos que aprender a organizarnos como lo hacemos con el papel para que no haya caos. Importantísimo ir probando para ver qué nos sirve y qué no.
Un abrazo,
Ocarina